El tiempo es un maestro de ceremonias que siempre acaba poniéndonos en el lugar que nos compete, vamos avanzando, parando y retrocediendo según sus órdenes, nuestro error es imaginar que podemos buscarle las vueltas.
La Chica Imantada perseveró como una vela en la noche, como un faro en la tormenta. No se sometió a la oscuridad que había a su alrededor. La pureza de su corazón, el poder de su belleza iluminaron a todos los que estábamos en el salón y algo extraño empezó a ocurrir. ¡Fue increíble! Aquellos salvajes vaqueros, cazadores y mineros quedaron transformados. Sí, La Chica Imantada claramente tenía poder para calmar a las bestias salvajes.
OYE , OYE CÓMO AVANZA LA NOCHE ..... Te adoro igual que a la bóveda nocturna, ¡oh vaso de tristeza, gran taciturna! Y te amo tanto más, cuanto más me huyes; y cuanto más me pareces encanto de mis noches, irónicamente aumentar la distancia que separa mis brazos de la inmensidad azul. Avanzo en los ataques y trepo en los asaltos como junto a un cadáver un coro de gusanos, y amo tiernamente, bestia implacable y cruel, incluso tu frialdad, que aumenta tu belleza. Pero ¿no basta que seas la más sutil apariencia, Alegrando al corazón que huye de la verdad? ¿Qué más da tontería en ti o qué más da indiferencia? Te saludo adorno o máscara. Sólo adoro tu tristeza. Que fiar en corazones es algo bien estúpido; Que es todo trampa, belleza y amor, Y al final el Olvido los arroja a un cesto ¡Y los torna a la Eternidad! Esa luna encantada evoqué con frecuencia, Ese silencio y esa languidez, Y aquella confidencia penosa, susurrada Del corazón en el confesionario. (Por que por alguna extraña razón la l...
— Es una novela. En una novela no hace falta escribir la verdad, ni siquiera algo creíble. — ¿No, no. Cómo que no es creíble? — ¡Ah, Benjamín! La parte esa cuando el tipo se va a Jujuy; El tipo llorando como si fuera un desgarro y ella corriendo por el andén como sintiendo que se iba el amor de su vida, y tocándose las manos a través del vidrio como si fueran una sola persona , y ella llorando como si supiera que le esperaba un destino de mediocridad y desamor, casi cayéndose en las vías como queriendo gritar un amor que nunca se había animado a confesar . — Sí, sí fue así. ¿O no fue así? —… ¿Y si fue así, porque no me llevaste con vos ?
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