Aquél paisaje era demasiado hermoso para contemplarlo sola. Desee poder verlo junto a él. Tenía la sensación de pasarme el día anhelando cosas que no podían hacerse realidad.
El destino es de por sí, demasiado desagradable como para empeorarlo aún con todos los esfuerzos de la memoria, nostálgica de todo lo perdido. Hay que acomodar lo mejor posible el mundo en que uno se encuentra.