Había aprendido a insensibilizarse. El tiempo había perdido su alcance multidimensional. Había sólo un presente. Una lucha cotidiana sin cimas de alegría ni honduras de desesperación.
La dulzura del misterio se había desvanecido y dejado atrás un peso denso y opresivo. Mientras existiera cualquiera de nuestros pasados, podrían hundirse esos cimientos en cualquier instante. " Eso es lo que significa que un ser humano destruye a otro " pensé.