881. Muerte
Intenté aceptar lo más serena y pacíficamente posible la muerte que ya se me acercaba. Me esforcé en poder vencer el pánico. Por lo menos había sido capaz de dejar algunas cosas para la posteridad. Era, aunque pequeña, una buena noticia. Las buenas noticias se dan en voz baja. Intenté sonreir recordando esta frase, pero no lo logré. Los pulmones intentaban deseperadamente respirar aire de nuevo. Pero allí ya no había aire, solo agua tibia. Me estaba muriendo . Como muchas otras personas que vivían en este mundo.