Carta a ti.

Querido Señor-pájaro-que-da-cuerda:

Pasan los días y yo sigo escribiéndote cartas que supongo prefieres no contestar, si es que llegas a abrirlas. He empezado a pensar que escribo solo para mí, para matar la soledad y para creer por un instante que te tengo cerca. Todos los días me pregunto que será de ti, y qué estarás haciendo.

A veces pienso que te has marchado de la ciudad para no volver y te imagino en algún lugar rodeado de extraños, empezando una nueva vida que nunca conoceré. Otras pienso que aún te odio, que destruyo estas cartas y desearía no haberte conocido jamás. Es curioso lo fácil que es contarle a un trozo de papel lo que no te atreves a decir cara a cara.

También me gusta leer lo que escribes, es el único modo que siento que estoy contigo. Era una historia triste y extraña, de dos muñecos rotos y abandonados en un circo ambulante , que por espacio de una noche cobraban vida, sabiendo que iban a morir al amanecer.

Leyéndola me pareció que escribías sobre nosotros, pero después (tristemente) me doy cuenta que soy todo menos esa a quién escribes con tanto anhelo en tus versosy eso me rompe.

Hace unas semanas soñé que te veía, que nos cruzábamos y no te acordabas de mí. Me sonreías y me preguntabas como me llamaba , no recordabas nada de mí. Hay veces por las noches, que cierro los ojos y le ruego al cielo o al infierno que me permita volver a soñar lo mismo.

Mañana, o tal vez pasado, escribiré otra vez para decirte que te quiero , aunque eso no signifique nada para ti.

Chica Imantada.