Miraba la misma página todos los días. Y ahora estaba aquí, recargada en esta pared repitiendo todo aquello que habia leido, y una mueca parecida a una sonrisa se dibujó en mi cara, más no de  felicidad, me burlaba de mis misma.

Idiota. Me repetía una y otra vez mentalmente.

Trataba con todas mis fuerzas de que me importara un bledo, pero cada palabra simplemente me rompía, creía ser fuerte, pero solo estaba pretendiendo.


Aún no acepto el hecho de que no me ama. 

(de que nadie me ha amado jamás)

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