Desplazada
Ardo en el infierno,
hay parte de mí que no encaja en ningun lugar.
Mientras otra gente encuentra cosas
que hacer con su tiemo,
sitios adonde ir,
unos con otros,
cosas que decirse unas a otros,
yo ardo en el infierno
en algún lugar del norte
donde no crecen las flores.
No soy como
los demás.
Los demás son como
los demás.
Todos son iguales:
toman parte,
se agrupan,
se arraciman,
se les ve
risueños y satisfechos,
y yo,
ardo en el infierno.
Mi corazón tiene un millar de años.
No soy como
los demás.
Moriría en sus restaurantes,
ahogado en sus banderas,
aporreado por sus canciones,
aborrecido por sus soldados,
corneado por su sentido del humor,
asesinado por su inquietud.
No soy como
los demás.
Ardo
en el infierno.
El infierno que
yo mismo soy.
Todos los que arden en el infierno, ¿Todos son iguales? Imagino que debe haber un poste, entre nosotros los pecadores al cual amarrarnos para la tortura. Imagino...
ResponderEliminarLindas lunas