Adiós.
— Es una novela. En una novela no hace falta escribir la verdad, ni siquiera algo creíble.
— ¿No, no. Cómo que no es creíble?
— ¡Ah, Benjamín! La parte esa cuando el tipo se va a Jujuy; El tipo llorando como si fuera un desgarro y ella corriendo por el andén como sintiendo que se iba el amor de su vida, y tocándose las manos a través del vidrio como si fueran una sola persona, y ella llorando como si supiera que le esperaba un destino de mediocridad y desamor, casi cayéndose en las vías como queriendo gritar un amor que nunca se había animado a confesar.
— Sí, sí fue así. ¿O no fue así?
—… ¿Y si fue así, porque no me llevaste con vos?
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