Sube y baja

—¿Cómo sabes que lo quisiste?
—No lo sé, la verdad.
—¿Entonces, por qué estás así?
—Pues, porque caí.
—¿Caíste?
—Si. Mira, imagínate que estas en un sube y baja, para que funcione deben haber dos personas y el mio funcionaba con él, siempre me sentía en movimiento.
—¿Y qué pasó?
—Un día él se bajo y yo caí.
—Ya veo, así el sube y baja dejo de funcionar ¿No?
—Exacto.
—¿Y qué harás para que funcione de nuevo? El no va a volver.
—Lo sé, ya no hay una revancha.
—¿Eso quiere decir que el sube y baja no volverá a funcionar?
—No. ¿Estás loco? Ya llegará alguien que quiera subirse y jugar conmigo.
—¿Esperas? Sabes que pasará lo mismo que ahora, puede que esa persona vuelva a bajarse.
—Está bien, el amor no es para siempre pero hay que vivirlo. Para eso estamos.
—Entonces me subiré contigo y lo viviré.
—Adelante, es todo tuyo.

 

 

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