El Pasado y sus caminos
La Chica Imantada se dio cuenta de que, en realidad, reescribir el pasado no servía de nada, como su El- Señor-Pájaro-Que-Da-Cuerda le había señalado. Tenía razón. Por mucho empeño y dedicación que pusiera al reescribirlo, lo más importante de su situación actual no iba a cambiar. El tiempo posee el poder de ir cancelando absolutamente todas las alteraciones artificiales. Sobre las correcciones añadidas añade más correcciones y va devolviendo el flujo al punto de partida. Aunque se alteraran numerosos hechos nimios, al final La Chica Imantada nunca dejaría de ser La Chica Imantada. Lo que ella debía hacer era erguirse en la encrucijada del presente, encontrar honradamente el pasado e ir escribiendo el futuro para así reescribir el pasado. No había otro camino.