Carta al amor de mi vida.
Y si un día no estoy quiero que me recuerdes feliz, que sepas que te quise más de lo que podía, que nunca me quise ir de tu lado, que siempre te pensé mirando a la luna, que no dejé de quererte con los años, que siempre fuiste el amor de mi vida.
Nunca estuvimos destinados a terminar nuestros días juntos pero espero que estés siendo feliz, que hayas logrado tus sueños, que te quieras tanto como yo lo hice...
No debimos habernos conocido en aquel momento supongo, pero aunque ya no te tenga a mi lado no cambiaría nada. Me enseñaste tanto aquel febrero, cuando nos conocimos, me hiciste ver colores en el gris de mi cielo, me hiciste quererme un poco más, me hiciste luchar y aguantar, me hiciste feliz.
Eras la luna en calma en mi mar embravecido, siempre iluminando, siempre guiando... Pero a veces no se puede guiar a alguien que no está lista para salir a la superficie, solo necesitaba ahogarme un poco más para salir, pero tardé mucho en darme cuenta de que ya no me ibas a recibir, cariño. Lo siento por no luchar lo suficiente, por huir y no enfrentarme al miedo que le tenía a la vida. Lo siento por no amarte bien, pero no dudes de que lo hice con toda mi alma.
Y no me despido de ti con un adiós, nunca podría. Solo es un hasta luego porque en otra vida cariño seremos tu y yo, nosotros.
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