La madre de la Princesa del ático leía las cartas de su padre en voz alta, tratando de disimular el llanto , pero más tarde cuando su madre se marchaba , la Princesa del ático le insistía al Niño Péndulo que las leyese de nuevo , enteras , con todas y cada una de las palabras que marcaban poco a poco el final de su padre. Nadie la vio nunca derramar una lágrima , ni cuando dejaron de recibir correspondencia de su padre, haciendo suponer lo peor. -él sabía desde el principio lo que iba a pasar - explicó la Princesa del ático – Permaneció al lado de sus amigos por que pensaba que era su obligación. Le mató la lealtad a gentes que, cuando les llegó la hora, lo traicionaron. Nunca te fies de nadie , Chica Imantada, especialmente de la gente que admiras. Ésos son los que te pegarán las peores puñaladas . Ella pronunciaba esas palabras con una dureza y frialdad que parecía haberse formado en años de secreto y sombra. Me perdí en su mirada de porcelana , ojos sin lágrimas ni engaños, escuc...