Lejos.
Al dia siguiente me arreglé de la mejor manera posible, poniéndome un vestido que había comprado especialmente para la ocasión, pero él nunca apareció. Y así pasó otra angustiosa semana hasta que supe que “se había ido lejos” , o al menos eso me había dicho alguien. [En ese momento, La Chica Imantada aprendió que ciertas cosas se pierden para siempre. Aprendió también que había un lugar llamado “lejos”, que el mundo era vasto, su ciudad pequeña, y que la gente interesante acaba siempre marchándose . A ella también le habría gustado irse, pero todavía era demasiado joven; aun así mirando las calles polvorientas de la ciudad, decidió que algún día seguiría los pasos del chico. ]